
En cierto modo, algo distinto y todo lo visto anteriormente a la vez; no en vano el tagline en el estreno japonés rezaba “500% Kitano, nada más que añadir”. El producto final es una mezcla ácidamente concentrada de todo lo que ha dejado verse en las producciones del cineasta: mafia, tiros, tristeza, alguna katana y otros pocos elementos danzan en torno a la estructura principal de la parodia, sobre todo hacia la imagen que la audiencia cinéfila pueda tener del realizador.
“Takeshis’” significa “lo de los Takeshi” o “lo que pertenece a los Takeshi”, así que definitivamente no es una buena idea iniciarse en su filmografía con esta entrega, altamente personal. Pero si, en cambio, han visto algún fragmento de su cine negro oriental y quizá "Dolls", disfrutarán identificando tristes paseos y brutales tiroteos infinitos, sólo pausados por los habituales entrecortes de contenido consecuente, sumando esta vez a la fórmula algo de simpático erotismo y parte del oscuro onirismo de David Lynch (como en la carretera de los muertos), todo bien fundido con ese humor pícaro, irónico e inteligente.
En una soberbia actuación, donde la eventual adopción del rol sanguinario, o el humilde, dice mucho de las cualidades de Kitano como actor independientemente de las que posea como director y guionista, consiguen emanarse con gran pureza las sensaciones de crueldad y de indulgencia. Ríos de tinta podrían imprimirse para trazar leves aproximaciones al fondo que Kitano moldea primero con sobrio equilibrio y después a fuerza bruta, y que parodia constantemente a la yakuza y el mundo del espectáculo; esta sátira es en realidad a sí mismo, pues ambos son componentes inseparables de su persona. (Crítica de Albert Meroño Peñuel)

Quedan invitados al universo Takeshi con esta película pero os aviso, el pase para entrar es muy caro y solo los auténticos cinéfilos pueden pasar ;) (Comentario de Joel Pérez)